El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, comunicó la implementación de un sistema de aranceles recíprocos sobre las importaciones. Este sistema implica que Estados Unidos establecerá impuestos equivalentes a las importaciones provenientes de países que también aplican tarifas a los productos estadounidenses.

En los últimos días hemos visto un poco de volatilidad, y esto se debe a varias razones. Por un lado, algunos inversionistas piensan que los aranceles podrían hacer que BTC se vea como un refugio seguro, especialmente cuando las tensiones comerciales tienden a debilitar las monedas tradicionales y generan un poco de desconfianza en los sistemas financieros de siempre. Esta visión anima a quienes buscan en bitcoin una alternativa frente a la posible inestabilidad económica que podría traer una guerra de aranceles.

La creciente preocupación generada por los aranceles globales del presidente de Estados Unidos, Donald Trump ha llevado a los analistas a creer con más fuerza que nunca que Bitcoin podría, en un futuro cercano, convertirse en un valiente competidor del dólar estadounidense.

"Hay una mayor probabilidad de que Bitcoin sobreviva al dólar en nuestra vida después de hoy", comentó Jeff Parks, el jefe de estrategias alfa de Bitwise Invest, en un post en X el 9 de abril.

El CEO de Bitwise, Hunter Horsley, compartió una opinión similar, señalando que con la pérdida de confianza en el dólar estadounidense, que históricamente ha sido considerado un pilar de estabilidad económica global, y otras divisas que son vistas como "aún más débiles" debido a sus fluctuaciones y vulnerabilidades frente a las políticas económicas internacionales, los inversores se encuentran en una encrucijada. Esta situación los obliga a buscar alternativas más seguras y confiables para proteger su capital. En este contexto, las criptomonedas, y en particular Bitcoin, emergen como una opción atractiva, ofreciendo no solo una posible protección contra la inflación y la devaluación de las monedas tradicionales, sino también la promesa de un sistema financiero más descentralizado y resistente a las influencias políticas.