En los últimos años, Venezuela ha enfrentado una crisis económica profunda, marcada por la hiperinflación y la devaluación del bolívar. En este contexto, las criptomonedas han emergido como una alternativa viable para muchos venezolanos que buscan proteger sus ahorros y realizar transacciones.
El colapso del bolívar como moneda funcional llevó a una dolarización de facto en Venezuela. Según un informe de Ecoanalítica, solo el 54% de las transacciones en el país se realizan con la moneda local, mientras que el dólar y otras divisas extranjeras dominan. Sin embargo, a pesar de las restricciones, las criptomonedas han encontrado un lugar en la economía venezolana, aunque de manera limitada.
La hiperinflación de 2017 dejó profundas huellas, dando paso a una dolarización no oficial en las transacciones cotidianas. El bolívar fue desplazado en ciertas zonas hasta niveles alarmantes. En San Cristóbal, casi el 80% de las transacciones se realizan en moneda extranjera, siendo el peso colombiano una de las opciones más influyentes. Según las declaraciones del director de Ecoanalítica, Asdrúbal Oliveros, el dólar representa el 32.7% de las transacciones a nivel nacional, seguido por el peso con un 5.7%, el euro con un 5.5% , según lo analizado hasta febrero de 2024.
Las criptomonedas se utilizan principalmente como reserva de valor y para remesas, en lugar de para transacciones diarias. En 2023, casi 500 millones de dólares en criptomonedas fueron enviados al país como remesas.
Según Aaron Olmos, economista y CEO de Olmos Group Venezuela, en la actualidad, la mayoría de las remesas enviadas a familiares se realizan a través de plataformas digitales de criptomonedas, representando un 60% a 70% de las transacciones, siendo el USDT la criptomoneda más utilizada. Según Olmos, la distorsión en el sistema monetario y cambiario ha dado lugar a una economía diversificada en Venezuela. "Dependiendo de tu ubicación, utilizas una moneda u otra. En el Occidente del país, es más común el uso del peso colombiano. En el sur, se prefieren el oro o el real brasileño. Mientras que en el centro, el euro, el dólar o las criptomonedas son más populares", explicó el economista.
En este contexto, se evidencia la creciente adopción de las criptomonedas en Venezuela. En el año 2023, el país se ubicó en el puesto 40 de 155 naciones en el Índice Global de Chainalysis, por debajo de otras naciones latinoamericanas como Colombia (32), México (16), Argentina (15) y Brasil (9). En contraste, en 2021, Venezuela ocupaba el séptimo lugar a nivel mundial.
A pesar de ello, la actividad relacionada con las criptomonedas permanece latente y podría experimentar un resurgimiento en cualquier momento. Según los especialistas consultados, gran parte de las transacciones se llevan a cabo en el mercado, aunque no necesariamente en términos de pagos.
"Es un hecho que las criptomonedas continúan vigentes en Venezuela y siguen siendo utilizadas debido a todas las circunstancias que hemos atravesado. Esto nos indica que los venezolanos hemos abordado el tema de las criptos por necesidad", afirmó Olmos.
“En Venezuela, en algún momento escaseó el efectivo. ¿Y cómo hicimos las operaciones? Nos fuimos al dólar. Y cuando no conseguimos el dólar, nos fuimos a las cripto”, concluyó.
La adopción de criptomonedas en Venezuela es un fenómeno complejo y multifacético, que refleja tanto las oportunidades como los desafíos de una economía en crisis. A medida que el país enfrenta una situación económica incierta, las criptomonedas podrían volverse aún más importantes, no solo como reserva de valor, sino también como un medio para facilitar las transacciones y remesas. La evolución de su uso dependerá de factores como la regulación gubernamental, la infraestructura tecnológica y la educación financiera de la población.
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